[Publicado en Workers Vanguard No. 62, 14 de febrero de 1975. Traducido en Spartacist No. 11, diciembre de 1982.]
La ola de terror derechista que envolvió Argentina, después de la muerte del presidente Juan Perón ello de julio pasado ha resultado en más de un asesinato político al día, sumando 227 en 1974. Muchos, quizás la mayoría, de estos asesinatos, los llevan a cabo escuadrones especiales de oficiales militares y policiales vestidos de paisano.
En esta situación de suma peligrosidad es imperativo para los revolucionarios no solamente llamar por un frente unido de defensa de las organizaciones de izquierda y sindicatos combativos, sino también advertir a las masas a no poner confianza alguna en el pérfido y antiobrero régimen peronista. El Partido Socialista de los Trabajadores (PST) ha hecho precisamente lo contrario, intentando protegerse mediante la expresión repetida de apoyo al “proceso de institucionalización” y a la “continuidad” del gobierno. Mientras que el año pasado los matones al servicio del gobierno acribillaron a siete militantes del PST, ¡éste sigue proclamando que el peligro mayor es un golpe de estado!
Workers Vanguard ha sido la primera publicación fuera de Argentina que públicamente llamara la atención al comportamiento escandaloso del pretendidamente trotskista PST, que con ocasión de una reunión con Perón el 21 de marzo pasado promulgó, conjuntamente con los estalinistas argentinos y seis partidos burgueses, una declaración pronunciándose por la ley y el orden burgués (ver “El PST atrapado con las manos en la masa”). La declaración apoya “en todas sus instancias el proceso institucional” y condena a “todos aquellos que por una u otra vía procuran afectarla”.
Esta expresión de respaldo al estado capitalista constituye una traición tan grosera de los principios marxistas más fundamentales que al final hasta los hipócritas profesionales del “Secretariado Unificado de la IV Internacional” (S.U.), del cual, el PST es una organización simpatizante, protestaron públicamente. No obstante, para salvar las apariencias, el S.U. “reconoció” el cuento del PST según el cual su representante, Juan Carlos Coral, no firmó el documento aunque el periódico del PST (Avanzada Socialista) publicó el documento como habiendo sido firmado por él. ¡AS tardó tres meses enteros en rectificar este “error editorial”!
Además, a solo pocos días de publicar esta “rectificación”, el PST asistió a otra reunión de “los ocho”, esta vez con la esposa del general (y vicepresidente) María Estela, mientras Perón estaba agonizando. Se promulgó un segundo documento, declarando “el apoyo al proceso de institucionalización … ” por los participantes. Confrontado por la dirección del S.U., el PST volvió a responder que Coral en realidad tampoco había firmado esta declaración.
El PST defendió el contenido de la declaración, sin embargo, con la excusa de que “la palabra ‘institucionalización’ ha adquirido un significado en la política argentina distinto al dado en el diccionario. Ha llegado a ser un sinónimo de la lucha para defender o ganar los derechos democráticos” (AS, 4 de julio de 1974 [traducido de Intercontinental Press, 22 de julio de 1974]). De hecho, la palabra “institucionalización” en boca de los liberales argentinos y los socialdemócratas del PST ha sido utilizada para significar el apoyo al orden pública burgués, en contra del terrorismo de la policía … y de los guerrilleros peronistas de izquierda y pretendidamente marxistas.
Incapaz de ausentarse de estas prestigiosas conferencias “cumbre” de los partidos burgueses, el omnipresente Coral asistió el 8 de octubre a otra de estas reuniones, denominada “la multisectorial”. Como informamos en Workers Vanguard No. 57 (22 de noviembre de 1974), Coral le dijo a la presidente María Estela de Perón que el PST “luchará por la continuidad de este gobierno, porque fue elegido por la mayoría de los trabajadores argentinos y porque permite el ejercicio de algunas libertades democráticas …”
Con esta declaración, menos de dos semanas después de la promulgación de la nueva “ley de seguridad” del régimen prohibiendo las huelgas (una medida que el dirigente del PST no criticó, aunque dijo que “aplaudimos sin reservas” muchas de las cláusulas de la legislación laboral del gobierno); y dadas sus denuncias “categóricas” de las “formas terroristas y guerrilleras de la violencia”, no sorprende que el discurso de Coral a la “multisectorial” fuera ampliamente interpretado por la prensa y la televisión como un respaldo al gobierno. No obstante, según Avanzada Socialista del 15 de octubre, la versión del discurso distribuida por la oficina gubernamental de información contenía “omisiones” que alteraban su significado; por lo tanto, AS publicó una “reconstrucción textual” de las palabras de Coral.
Como “servicio fraternal” al PST, su aliado en la batalla fraccional que consumía al S.U., el SWP norteamericano publicó recientemente una versión en inglés de la declaración de Coral (Intercontinental Press, 13 de enero de 1975). Sin embargo, parece que el mismo IP ha hecho algo de “reconstrucción” para arreglar la sección clave.
La mayor parte de la traducción al inglés reproduce fielmente el texto español. Coral repite su “enérgico repudio por la muerte de la última víctima del terror, que es casualmente, un oficial de las Fuerzas Armadas”; anuncia que “todos los habitantes del país deben sufrir por igual las consecuencias” si hay una grave emergencia nacional; iguala el guerrillerismo a los golpes de estado (aunque tienen “propósitos diferentes”), etc. [texto comprobado con IP, 13 de enero de 1975 y citado de AS, 15 de octubre de 1974].
Pero llegando a la frase donde Coral anuncia que el PST “luchará por la continuidad de este gobierno”, el SWP lo ha traducido como: “ … luchará para que el mandato de este gobierno no sea cortado ilegítimamente …” (“… will fight to keep this government’s term of office from being cut short illegitimately …”) (¡!). Ahora bien, esto es algo muy distinto. Aparentemente, Joseph Hansen, igual que Coral y Cía., cree que los diccionarios no bastan para interpretar lo que dice el PST.
Repetidas veces Lenin y Trotsky subrayaron la necesidad de defender los derechos democráticos y de oponerse a los golpes bonapartistas. Sin embargo, el PST “traduce” esta posición como apoyo a la “democracia burguesa”, a la “institucionalización” (incluso en contra de los guerrilleros de izquierda) y a la “continuidad” del gobierno actual. Aparte del hecho que la “democracia” del régimen bonapartista peronista es en todo caso bastante limitada, tal declaración no puede significar sino el apoyo político al gobierno y a la forma parlamentaria de la dictadura de clase de la burguesía