Manifesto distribuído no III Encontro Internacional León Trotsky (Argentina, 2024)

REVOLUCIÓN SOCIALISTA CONTRA LA BARBARIE CAPITALISTA!

 ¡INDEPENDENCIA DE LOS GOBIERNOS Y PATRONES PARA OBTENER VICTORIAS PARA LOS TRABAJADORES!

Saludos a los trabajadores y militantes presentes en este III Evento Internacional León Trotsky. Nosotros del REAGRUPAMIENTO REVOLUCIONARIO somos una organización de Brasil que reivindica el trotskismo y lucha por la reconstrucción de una internacional revolucionaria, que debe incorporar y actualizar el trotskismo frente al revisionismo que dominó el movimiento después de la muerte de Trotsky.

Los trabajadores de todo el mundo enfrentan un escenario claro de destrucción causado por el sistema capitalista: guerras, crisis climática, desempleo, superexplotación, precarización del trabajo, racismo, machismo y LGBTfobia. El sistema demuestra claramente que no puede ser reformado ni tiene solución para estos problemas cruciales que afectan a los trabajadores y oprimidos.

El sistema capitalista no caerá por sí solo, necesita ser derrocado mediante la construcción de un poder democrático de la clase trabajadora (basado en consejos y asambleas en los lugares de trabajo y de residencia). Solo la revolución creará las condiciones para avanzar hacia la superación de la explotación y opresión: el socialismo.

Esto significa que los comunistas coherentes deben oponerse intransigentemente a todos los gobiernos de colaboración con la burguesía, a los cuales apoyan los partidos socialdemócratas y oportunistas en nombre de supuestamente obtener reformas, detener la reacción y el fascismo, prolongando el sufrimiento de nuestra clase al ceder apoyo a nuestros enemigos, siempre en nombre de la gobernabilidad.

En BRASIL, la mayor parte de la izquierda apoya o apoyó electoralmente al nuevo gobierno del PT/PCdoB junto a la derecha y la gran burguesia nativa y imperialista. Esta vez incluso el PSOL forma parte del gobierno. Es necesario tomar una postura clara de OPOSICIÓN CLASISTA Y COMBATIVA POR LA IZQUIERDA a este gobierno burgués. Esto no significa dejar de luchar por reformas, ni cerrar los ojos ante la reacción bolsonarista e incluso fascista, contra la cual debemos estar alerta. Pero el propio camino para obtener y asegurar las reformas, así como para detener la reacción de manera efectiva, solo es posible mediante la movilización y la lucha directa e independiente de la clase trabajadora, algo que los partidarios del gobierno Lula-Alckmin sabotean en los momentos cruciales, abriendo el camino para que la reacción se fortalezca y las reformas se desvanezcan. La impotencia de la actitud pasiva de estos sectores, ya sea para no provocar a la extrema derecha o para no desgastar al gobierno, quedó comprobada con la tercerización de la lucha contra los golpistas del 8 de enero y la confianza en el Supremo Tribunal Federal para punir a ellos, así como con la actitud laxa y saboteadora en la lucha contra ataques como la reforma de la enseñaza básica (“Novo Ensino Médio”) y el “marco temporal” para limitar la demarcación de las terras indígenas.

Mientras se espera una mejor correlación de fuerzas o las próximas elecciones, el gobierno aplica una serie de ataques (beneficios a las iglesias reaccionarias, recortes en los fondos de la educación, nuevo techo de gastos/Marco Fiscal), mantiene las “reformas” de Temer y Bolsonaro y se alía con conocidos neoliberales y enemigos del pueblo, incluidos bolsonaristas en los ministerios de Lula. La base de la política económica del gobierno actual es la misma del gobierno anterior: el neoliberalismo.

Por todo eso, es fundamental unificar las luchas en curso y construir frentes de acción que combatan tanto los ataques del gobierno como los de la extrema derecha. ¡Si no construimos una alternativa a este gobierno, la situación económica llevará una vez más a sectores populares a los brazos de demagogos reaccionarios como Bolsonaro!

Por su vez, en ARGENTINA la situación es dramática. Contrario a las expectativas de los trabajadores que lo eligieron, el gobierno de colaboración de clases de Fernández continuó aplicando la agenda neoliberal del FMI, al igual que el gobierno burgués “de pura cepa” de Macri. Esto permitió que el demagogo reaccionario Milei llegara al poder con un falso discurso “antisistema” para luego atacar de manera aún más brutal a la clase trabajadora con sus planes económicos y la represión contra quienes luchan. Por ello, nos solidarizamos de manera irrestricta con los grupos de la clase trabajadora que han sido perseguidos por movilizarse.

Frente a la traidora postura de la burocracia sindical peronista, es urgente la formación de un frente nacional de luchas, que unifique y amplíe las huelgas y movilizaciones, y coloque al movimiento obrero como una fuerza en el escenario nacional. Para ello, es esencial no tener ninguna ilusión en las instituciones burguesas, a diferencia de las organizaciones que, por ejemplo, proponen como solución general una Asamblea Constituyente. La clase trabajadora debe organizar sus propias instituciones de poder, construidas desde las bases a través de los sindicatos y frentes de lucha, y hablar abiertamente sobre esto es crucial para captar el sentimiento de ira de los sectores proletarios que apoyan a Milei y construir una alternativa real al peronismo.

En el plano internacional, la invasión, ocupación militar y genocidio en la Franja de Gaza, perpetrados por el ejército de Israel, es um de los temas más relevantes del momento. Si la guerra entre Ucrania/OTAN y Rusia ya apuntaba hacia una inestabilidad internacional, la temperatura subió aún más con la invasión militar de la Franja de Gaza y los pogromos en Cisjordania, haciendo que el temor de una guerra mundial aceche a la clase trabajadora. En Medio Oriente, Israel es el eslabón militar más importante de la cadena imperialista liderada por EE.UU., y el gobierno de Netanyahu busca escalar el conflicto con los bombardeos en el Líbano para desviar la atención de Gaza, silenciar a la oposición interna y avanzar en la ocupación sionista de Palestina. ¡Debemos luchar por el bloqueo de todas las relaciones militares y comerciales de nuestros países con Israel como nuestra contribución para detener el genocidio en curso!

Outro tema fundamental es la guerra en Ucrania. El bloque imperialista hegemónico liderado por EE.UU. busca debilitar al país dependiente que es Rusia, para obtener mayor hegemonía para sus capitales en esa región del planeta. Rusia no es una potencia imperialista. Por más que tenga un aparato militar considerable (heredado de la URSS), su economía es equivalente a la de un estado mediano de EE.UU., y sus exportaciones de capital son mínimas en comparación con las de los grandes centros imperialistas. Las fuertes sanciones de los países de la OTAN contra Rusia, y no a la inversa, lo demuestran. La guerra se libra, hoy en día, por el control de la OTAN en el lado ucraniano, con más de 100 mil millones de dólares en armamento. Esta guerra no se da en interés de la libertad de ese pueblo, sino para beneficio de la OTAN y EE.UU.

Sin ningún apoyo al gobierno reaccionario y oligárquico de Putin, contra el cual los trabajadores y soldados rusos deben mantener sus luchas, y sin apoyar anexiones, la tarea principal en esta guerra es la DERROTA MILITAR DE LA OTAN Y SUS APOYADORES. La denuncia del bloque militar de la OTAN, su desmantelamiento y su derrota removería un terrible obstáculo que oprime a los pueblos y facilitaría las condiciones para una revolución de la clase trabajadora en la región, única solución duradera que garantizará la paz entre los pueblos.

 Es para realizar tareas como estas que construimos el REAGRUPAMIENTO REVOLUCIONARIO y que buscamos establecer relaciones con organizaciones en otros países. Esperamos que este III Evento Internacional León Trotsky sirva para debatir temas como estos y profundizar los necesarios debates dentro del trotskismo. Si pensás de manera similar, ¡ponete en contacto con nosotros!

 ¡Viva el trotskismo y la lucha de los trabajadores! ¡Por un renacimiento de un marxismo coherente que permita la formación del partido mundial de la revolución socialista!