Alto a la victimización del PORE
¡Libertad para santiago Alegría!
Traducido de Workers Vanguard No. 192, 10 de febrero de 1978. Esta versión fue impresa en Spartacist en español No. 6, julio de 1978.
El 3 de enero Santiago Alegría Sánchez, un cabo del ejército español, fue arrestado por la policía militar y acusado de participación en un robo de armas y municiones en la base aérea El Paní donde cumplía su servicio militar. Alegría fue detenido junto con seis otros militantes de izquierda en relación con una alegada desaparición de armas el 27 de diciembre, pero luego se puso en libertad a los demás después de haber sido golpeados e “interrogados” brutalmente. Las autoridades militares franquistas se han negado a libertar a Alegría y aún se encuentra en sus manos, sin duda bajo tortura y en peligro de ser condenado por un proceso sumario en un consejo de guerra.
Mientras que las autoridades se aferran a las “pruebas” fabricadas contra Alegría, tanto los interrogatorios policiales como las informaciones aparecidas en la prensa burguesa revelan claramente que el verdadero motivo de este proceso es la afiliación de Alegría con el Partido Obrero Revolucionario de España (PORE). Las acusaciones del tribunal militar contra el cabo detenido incluyen: “hay motivos para creer que Santiago Alegría pertenece al Comité Central del PORE, un partido ilegal cuyo propósito es la toma del poder … Los hechos arriba mencionados constituyen el crimen de asociación ilegal” (citado según Truth, 27 de enero de 1978).
Bajo el lema de la “democracia española” de Juan Carlos / Adolfo Suárez, el aparato estatal heredado intacto de la dictadura franquista ha aumentado la represión, dando como pretexto una campaña contra los supuestos “terroristas”. Esta campaña de provocación se ha dirigido sobre todo contra la federación sindical anarquista (la CNT), los grupos maoístas y el PORE. Durante una manifestación frente a la jefatura de la policía en Barcelona el 8 de enero para exigir la libertad de sus camaradas detenidos, se detuvo a cuatro otros militantes y simpatizantes del PORE quienes poco después fueron libertados. La semana siguiente, luego de una manifestación cenetista contra el Pacto de la Moncloa (un programa común entre el gobierno Suárez, la oposición parlamentaria y las principales federaciones sindicales) nueve militantes cenetistas fueron detenidos y acusados de un atentado terrorista contra una sala de fiestas (Le Monde, 19 de enero).
Alegría, un militante del PORE en la vida civil de acuerdo con una declaración de este partido, fue detenido cuando la policía afirmó haber encontrado un volante del PORE en una región montañosa por donde, según dicen, se transportaban las armas. Además de Alegría, en la redada policial detuvieron a Nuria Marti, Albert Marti y Antoni Ríus – todos militantes del PORE junto con tres otros militantes de izquierda. Estos últimos fueron soltados después de haberse determinado que no eran militantes del PORE. Los militantes del PORE, en cambio, informaron que habían sido libertados sólo después de ser torturados e interrogados acerca del comité central del partido (Truth, 27 de enero de 1978).
Este episodio de la detención de Alegría y de los otros seis militantes es sin duda una provocación. No hay prueba alguna que ligue al cabo con el robo de armas y él ha negado rotundamente toda participación. Evidentemente las autoridades cogieron a todo aquel conocido o sospechado de pertenecer al PORE en Tarrasa (la ciudad catalana cerca de la base militar) a raíz de un volante que dicen haber encontrado al lado de un camino. Los otros militantes del PORE fueron libertados sin cargos y según Nuria Mari la policía ni siquiera le interrogó acerca del robo de armas. El PORE sacó un Comunicado denunciando la provocación y oponiéndose al “terrorismo … [y] las acciones separadas de la movilización de las masas trabajadoras”.
El movimiento obrero en su conjunto debe exigir la libertad inmediata de Alegría Sánchez y la anulación de las acusaciones falsas contra él, además de exigir el fin a la persecución del PORE. Como en ocasiones anteriores denunciamos terminantemente la detención de los militantes del PORE, (véase “Free All Class-War Prisoners in Spain” Workers Vanguard No 113, 11 de junio de 1976). Sin embargo, debemos señalar la actuación irresponsable de la tendencia varguista (antiguamente la LIRQI, Liga Internacional Reconstruyendo la Cuarta Internacional, que ahora se proclama rimbombantemente la Cuarta Internacional y cuya sección española es el PORE) en cuanto a cuestiones de seguridad.
Así al punto máximo de la represión luego de la muerte del dictador Franco, los órganos de la LIRQI publicaron al pie de unas fotografías de una manifestación de obreros de la construcción en Barcelona: “En las primeras filas se pueden reconocer algunos dirigentes del PORE” (publicado en Truth. 1 de abril de 1976). Sin duda la policía española hizo todo lo posible para identificar a estos militantes entregados por sus propios camaradas. Del mismo modo, en el caso de Alegría los varguistas norteamericanos – la Trotskyist Organization USA al principio declararon orgullosamente que él era militante del PORE (Truth. 13 de enero) y luego en el número siguiente, insistieron en que Alegría era un ex-militante, ¡refiriéndose al intento de vincularle al PORE como parte de la provocación policíaca!
Los varguistas estadounidenses anunciaron la constitución de un Comité por la Libertad Inmediata de Santiago Alegría Sánchez para organizar los esfuerzos de defensa contra la victimización de los militantes del PORE. En una llamda telefónica a Workers Vanguard Jon Cohen, el secretario nacional de la Trotskyist Organization solicitó la participación de la Spartacist League en el Comité, una de cuyas consignas principales era “Libertad para todos los presos políticos en España!” La SL se opuso a esta consigna liberal que implicaría favorecer la libertad de fascistas encarcelados, por ejemplo varios fascistas de la AAA española detenidos por ser implicados en el atentado del septiembre pasado contra la revista satírica de izquierda barcelonesa El Papus, resultando en una persona muerta y doce heridas.
Anteriormente, en su prensa, La Aurora, el PORE había planteado en repetidas ocasiones la consigna “libertad para todos los presos políticos”, incluso hasta en el número del 16 de septiembre de 1977. El caso más descarado fue la campaña internacional de los varguistas en 1975-76 exigiendo la “libertad de todos los prisioneros políticos” en la URSS y Europa Oriental. Mientras los verdaderos trotskistas denunciarnos la supresión estalinista de toda disidencia en los estados obreros degenerado y deformados, esta oposición está indisolublemente ligada a nuestra defensa de las conquistas proletarias en estos países y no incluye una llamada por la libertad de los fascistas georgianos y canalla contrarrevolucionaria semejante. Sin embargo, en una respuesta, evidente al atropello delPapus, el PORE ha cambiado recientemente su posición y ahora exige la “libertad inmediata para todos los presosantifranquistas” (La Aurora, 21 de octubre de 1977, subrayado nuestro).
El PORE nunca dio motivo para tal cambio de línea y aparentemente la organización fraterna norteamericana no estaba al tanto. Cuando se le informó al portavoz de la Trotskyist Organization que sus propios camaradas españoles ya no utilizaban la consigna liberal-reformista de libertar a todos los presos políticos, dio una media vuelta brusca y desconcertada. En el curso de la conversación, Cohen cambió las consignas del Comité para conformarlas a las del PORE y de la “Internacional Revolucionaria de la Juventud” de los varguistas (cuya principal distinción es su llamada por una manifestación a la frontera de Alemania Oriental bajo la consigna anticomunista “¡Abajo la muralla de Berlín!”).
La tendencia Espartaquista internacional exige la libertad inmediata de Alegría y el cese a la persecución del PORE. Esto exige una protesta internacional y en España estas consignas deberían plantearse como parte dc acciones de frente unido movilizando a las masas contra la represión franquista. Sin embargo, tal movilización requiere un asalto directo al colaboracionismo de clases del Pacto de la Moncloa, en cuyo marco los partidos comunista y socialista se unen con Suárez al llamar por “la consolidación de la democracia y defensa frente a las agresiones de todo orden, especialmente las terroristas” – una petición velada para aumentar las medidas policíacas contra las organizaciones de izquierda y nacionalistas más combativas.
Además hay que exigir el fin de la ilegalización de hecho del PORE. El estado español, como muchos países latinoamericanos, se otorga el derecho de aprobar o ilegalizar partidos políticos y sindicatos a través de un procedimiento de registro en el cual el ministerio del interior y los tribunales deciden a quien se le permite participar en las elecciones o negociar contratos laborales colectivos. Las organizaciones políticas están obligadas a entregar sus estatutos a las autoridades para ser aprobadas según criterios indefinidos.
Por lo menos hasta el otoño pasado, el gobierno Suárez se negaba a aprobar a todo partido que llamara abiertamente por una república en España, por la independencia de las varias nacionalidades oprimidas o por el derrocamiento revolucionario del régimen. Los reformistas y la mayoría de los centristas eliminaron servilmente de sus documentos básicos dichas cláusulas y fueron recompensados con el sello oficial a su debido tiempo. El PORE se negó a cambiar sus estatutos y hasta este momento no ha recibido su personería jurídica. En una rueda de prensa al principio de septiembre el ministro del interior Martín Villa declaró, según se informa:
“No se legalizarán los partidos que estén por conseguir sus objetivos por medios armados. Este es el caso del Partido Obrero Revolucionario de España. Se exigirá para la legalización que no se atente contra la unidad de España, ni contra la monarquía ni contra el orden legal…”
– citado en La Aurora, 16 de septiembre de 1977.
Actualmente, mientras que el PORE no está formalmente prohibido y puede funcionar más o menos abiertamente (es decir, no está relegado a la semiclandestinidad. no tiene estado legal y por lo tanto su situación precaria (sobre todo dado que la gran mayoría de los partidos han sido aprobados) le deja sin defensa contra todo tipo de provocación. Los marxistas se oponen a toda forma de control por el estado burgués sobre las organizaciones políticas y sindicales de la clase obrera. Por consiguiente, nos oponemos a cualquier procedimiento de aprobación o registro de partidos políticos por el estado, que son medidas de represión antidemocráticas. Al mismo tiempo es preciso denunciar la negativa del gobierno a conceder al PORE el mismo estado legal que ha concedido a los demás partidos, lo que equivale a la ilegalización del PORE. [Después de la redacción de este artículo el congreso del PORE fue prohibido por el gobernador militar de Barcelona y se ha detenido al redactor de La Aurora, Miguel Saías, quien se encuentra frente a un tribunal militar acusado de “presuntas injurias a los Ejércitos”. La tendencia espartaquista denuncia estos nuevos ataques contra el PORE y exige el cese a las provocaciones contra este partido.]
¡Libertad para Santiago Alegría Sánchez! ¡Libertad para todas las víctimas de la represión franquista!
¡Alto a la victimización de los militantes del PORE! ¡Alto a la ilegalización del PORE y toda organización obrera y antifranquista!
¡Hacia una sección española de una Cuarta Internacional Reforjada! ¡Por una república obrera Española en una federación soviética ibérica y en unos estados unidos socialistas de Europa!