Notas para una crítica revolucionaria al morenismo
Moreno y Trotsky: compare y contraste
Marcio Torres e Icaro Kaleb, Junio del 2016
El “morenismo” es uno de los principales “troncos históricos” del trotskismo, asociado al dirigente argentino Nahuel Moreno (1924-87), el fundador de la Liga Internacional de los Trabajadores – cuya sección principal actualmente es el PSTU brasilero. Entre muchos militantes de las organizaciones que reivindican su legado (LIT-CI, UIT-CI, Movimiento) es común la creencia de que Moreno apenas “actualizó” el trotskismo para una época más reciente. La intención de éste texto es demostrar, a través de la comparación de citaciones de León Trotsky y de Moreno acerca de asuntos centrales, que ésta “actualización” es en realidad una desfiguración de las principales posiciones del trotskismo. Ningún programa se mantiene actual por décadas y nosotros no tomamos las posiciones de Trotsky como “infalibles” o “eternas”. Pero, es ilustrativo ver cuán actuales permanecen muchas de las ideas del revolucionario ruso y también cuán distantes son de la “actualización” oportunista hecha por Moreno. Las citaciones aquí reunidas, más que demostrar diferencias en asuntos diversos, demuestran que Moreno elaboró toda una nueva estrategia de transición al socialismo. Esa nueva estrategia llevó todavía a Moreno a ver otras posiciones-llaves, como sobre los frentes de colaboración de clases con la burguesía y sobre la revolución política en los Estados operarios burocráticamente degenerados/deformados.
Introducción
Conforme se verá por las citaciones a seguir, la piedra de toque del revisionismo de Moreno es su relativización de la necesidad del sujeto político preconizado por Trotsky para el triunfo de la revolución socialista – esto es, el “partido marxista de vanguardia” – y la noción de que sujetos políticos “imperfectos” pueden ser un substituto a la altura. Para Trotsky, “Todo depende del proletariado, o sea, antes de más nada, de su vanguardia revolucionaria. La crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección revolucionaria.” (Programa de Transición, 1938). Mas para Moreno, el “Frente Único Revolucionario” con fuerzas “inconscientemente revolucionarias” – esto es, reformistas y centristas – ya basta. Según las palabras del propio Moreno (nuestro destaque):
“Desde luego, la vida, ha puesto en evidencia las lagunas, omisiones y errores del programa de la Revolución Permanente. […] La revolución cubana confirmó en nuestro continente, algo que ya había sido demostrado por las revoluciones asiáticas: el dogma de que la única clase que puede cumplir las tareas democráticas es la obrera, es falso. Sectores de la clase media urbana y el campesinado son, en ocasiones, los caudillos revolucionarios. Por ahora nos limitamos a asentar este hecho, que en el próximo capítulo analizaremos en sus derivaciones teóricas.”
— La Revolución Latinoamericana, 1962.
“Nosotros creemos que en estos últimos cuarenta años se han producido fenómenos distintos a los que Trotsky vio, que nos obligan a empezar a elaborar entre todos o lo harán algunos de ustedes dentro de algunos años una nueva formulación, una nueva forma de escribir la teoría de la revolución permanente, tomando todos estos problemas. Tenemos que formular que no es obligatorio que sea la clase obrera y que sea un partido marxista revolucionario con influencia de masas el que dirija el proceso de la revolución democrática hacia la revolución socialista. No es obligatorio que sea así. Al revés: se han dado, y no está descartado que se den, revoluciones democráticas que en el terreno económico se transforman en socialistas. Es decir, revoluciones que expropien a la burguesía sin tener como eje esencial a la clase obrera o teniéndola como participante importante, y no teniendo partidos marxistas revolucionarios y obreros revolucionarios a su frente, sino partidos pequeñoburgueses.”
— Escuela de Cuadros, 1984.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/1980s/1984esc/index.htm
“Una característica de todas las revoluciones democráticas no sólo es el cambio de régimen, sino el hecho de que quienes sostienen al gobierno ‘revolucionario’ son partidos burgueses o pequeñoburgueses que controlan al movimiento de masas. Esto hace que sean gobiernos extremadamente débiles, kerenskistas. En cuanto a las tareas históricas que logra y en cuanto a los partidos que lleva al poder, se las puede denominar revoluciones democrático-burguesas porque su logro más importante es voltear un régimen anti-democrático para imponer un régimen democrático que lleva al poder a partidos burgueses o pequeñoburgueses representantes del movimiento de masas. […]
“Muchos compañeros se preguntarán la diferencia que hay entre la revolución democrática y la de febrero. Nosotros creemos que hay una: toda revolución democrática es una revolución de febrero, inconsciente, pero no todas las revoluciones de febrero son democráticas. Toda revolución democrática lleva a un cambio abrupto de régimen político, pero no ocurre así con todas las revoluciones de febrero. ¿Pueden darse dentro de un mismo régimen democrático grandes revoluciones de febrero no dirigidas por partidos revolucionarios? Nosotros creemos que sí, que serán inevitables”
— Argentina: una revolución democrática triunfante, 1984.
http://www.nahuelmoreno.org/pdf/Argentina%20Una%20revolucion%20democratica%20triunfante.pdf
Uno de los principales argumentos de ese revisionismo morenista es que su tesis habría sido demostrada en la práctica por las revoluciones de pos-guerra, en las cuales Partidos Comunistas de orientación stalinista y hasta grupos nacionalistas pequeño-burgueses (en el caso de la guerrilla castrista en Cuba) efectivamente tomaron el poder y expropiaron a la burguesía, construyendo Estados operarios (que apenas más tarde Moreno reconoció que son burocráticamente deformados). Trotsky no era dogmático y reconoció que “No obstante no es posible negar categóricamente a priori la posibilidad teórica de que bajo la influencia de una combinación muy excepcional (guerra, derrota, crack financiero, ofensiva revolucionaria de las masas etc) los partidos pequeño burgueses sin excepción a los stalinistas, pueden llegar más lejos de lo que ellos quisieran en el camino de una ruptura con la burguesía.” (Programa de Transición, 1938)
Mas esa previsión no lo llevó a relativizar la necesidad del partido marxista de vanguardia, esto es, trotskista. Y la realidad del pos-guerra habla a su favor – y no de la tesis revisionista de Moreno – pues el número de procesos revolucionarios traídos por los reformistas y centristas supera trágicamente el número de procesos que culminaron en la formación de Estados operarios – los cuales, además, fueron erguidos según los mismos moldes burocráticos de la URSS, en los cuales el proletariado se vio destituido del poder político y bajo dura represión, situación que demanda una revolución política anti-stalinista y pro-socialista. O sea, en el pos-guerra continuó a ser central la necesidad de la “misión histórica” de la Cuarta Internacional, de tornarse el liderazgo de las masas proletarias dentro e fuera de los Estados operarios degenerados/deformados, siendo las revoluciones victoriosas del período excepciones que confirman la regla.
Todavía, si Trotsky antevió la posibilidad excepcional de revoluciones victoriosas dirigidas por partidos no-revolucionarios, en su Teoría de la Revolución Permanente no había brecha para prever una importante característica de las revoluciones citadas anteriormente: el hecho de que su sujeto social no fue el proletariado urbano, pero sí la fuerza de trabajo rural, compuesta de forma heterogénea por el proletariado rural, por pequeños propietarios productores y por una vasta masa de productores arrendatarios y de ex-campesinos recién-expropiados y dejados socialmente sin raíz por el avance de las relaciones capitalistas en el campo. Pues Trotsky encaraba que, debido a la heterogeneidad del amplio abanico social que se acostumbra nombrar “campesinado”, éste sería incapaz de una acción política independiente de la burguesía y del proletariado, teniendo que sub meterse a la lideranza de una de las dos clases.
En los del Reagrupamiento Revolucionario encaramos que los grupos que mejor comprendieron esos procesos extremamente complejos fueron el Revolutionary Communist Party inglés de la década de 1940, la Tendencia Vern-Ryan (del sectorial de Los Ángeles del SWP de los EEUU) de la década de 1950 y la Spartacist League de los EEUU de las décadas de 1960-70 (originada de la Tendencia Revolucionaria del SWP) – aunque todavía sus análisis no sean perfectas y permanezcan cuestiones en abierto o sean mejor explicadas. Pues tales grupos reconocieron: a) la formación de Estados operarios en pos-guerra, b) las deformaciones burocráticas de los mismos, c) el carácter excepcional de esos procesos y d) de ahí reafirmaron la centralidad del programa trotskista, no viendo en esas excepciones un “modelo” estratégico nuevo. De esos grupos, que representan la continuidad del marxismo revolucionario (trotskismo) en el pos-guerra, la SL fue la que mejor apuntó que:
“Dos elementos decisivos han sido comunes a la serie de levantamientos bajo lideratos de tipo estalinista, como en Yugoeslavia, China y Vietnam: 1) una guerra civil de guerrillas campesinas que, primero, saca al movimiento campesino del control inmediato del imperialismo y sustituye una dirección pequeñoburguesa; y, después, si resulta victoriosa, toma los centros urbanos y de por su propia trayectoria aplasta las relaciones de propiedad capitalista, nacionalizando la industria bajo una dirección bonapartista recientemente consolidada; 2) la ausencia de la clase trabajadora como competidor por el poder social, y en particular la ausencia de su vanguardia revolucionaria. Esto permite un papel excepcionalmente independiente para secciones pequeñoburguesas de la sociedad, impidiendo así la polarización que ocurrió en la Revolución de Octubre en la mayoría de las secciones militantes de la pequeña burguesía fueron arrastradas en pos de la clase obrera revolucionaria.
“Sin embargo, está claro que se necesita una revolución política suplementaria para abrir el camino al desarrollo socialista o en las primeras etapas (como en Vietnam de hoy), la activa intervención de la clase trabajadora para tomar la hegemonía de la lucha nacional-social. Solamente aquellos que como los pablistas, creen que las burocracias estalinistas (o al menos algunos, por ejemplo Yugoeslavia, China o Cuba) pueden ser una dirección revolucionaria socialista, deben ver en este entendimiento una negación de la base proletaria de la revolución social.
“Por el contrario, precisamente, es que el campesinado pequeñoburgués bajo las más favorables circunstancias históricas concebibles no pudo lograr una tercera vía, ni capitalista, ni obrera. En cambio, lo que ha resultado en China y Cuba fue un estado de la misma orden del que salió de la contrarrevolución política de Stalin en la Unión Soviética, la degeneración de Octubre. Por eso es que definimos tales estados como estados obreros deformados. Y la experiencia después de la Segunda Guerra Mundial, si se le entiende correctamente, no ofrece razones para el abandono revisionista de la perspectiva y la necesidad de un poder obrero revolucionario. Al contrario, es una gran vindicación de la teoría y las conclusiones marxistas bajo circunstancias nuevas, no previamente esperadas.”
— Informe de Spartacist a la Conferencia de Londres del Comité Internacional, 1966
Esa evaluación claramente busca actualizar aspectos de la Teoría de la Revolución Permanente que fueron demostrados parcialmente insuficientes por la realidad, pero de forma muy diferente de Moreno. Además, la forma como Moreno procedió en la tangente a la cuestión del sujeto social de la revolución socialista también fue marcada por la generalización de situaciones excepcionales y de resultados, lejos de ser ideales. Pues no sólo encaró que el “campesinado” es tan capaz de realizar una revolución socialista cuanto al proletariado, como si los resultados finales no fueran drástica y trágicamente distintos (eliminando la diferencia entre Estados operarios y Estados operarios deformados/degenerados).
Mas también, al introducir en su revisionismo sobre la realización de la revolución socialista en dos “fases” (“Febrero” y “Octubre”) la noción todavía más oportunista de “revolución democrática triunfante” (usada para explicar la transición de la dictadura militar argentina para la democracia parlamentar burguesa, en 1982), pasó a encarar que hasta la burguesía liberal y un general burgués (Bignone, en el caso argentino) pueden ser los protagonistas de la “revolución de Febrero”, representando así la posible antesala de la revolución socialista (“revolución de Octubre”). Esas transiciones controladas por la burguesía serían consideradas, por lo tanto, un proceso innegablemente progresista. Ya para Trotsky, lo que Moreno llama de una “revolución democrática triunfante” sólo podría ser comprendida como el “aborto de una revolución proletaria que sea insuficientemente madura e prematura” (Problemas de la revolución italiana, 1930), donde queda marcada su acertada insistencia en el protagonismo social del proletariado y el protagonismo político del partido marxista de vanguardia.
Se puede afirmar, por lo tanto, que es evidente la necesidad de no tratar el legado trotskiano como dogma y proceder a actualizaciones. Sin embargo, la forma como Moreno intentó hacer eso lo alejó de los pilares más elementales de tal legado, transformando excepciones en reglas para buscar “atajos” para la revolución socialista. Todavía, las “reglas” en las cuales debería basarse la Cuarta Internacional, según el Programa de Transición, afirmaban correctamente la necesidad de “no procurar la línea de menor resistencia”. Es con base en ese tipo de actitud que ella debe ser refundada.
REVOLUCIÓN EN ETAPAS x REVOLUCIÓN PERMANENTE
Nahuel Moreno
“Pareciera que el hecho de la contrarrevolución capitalista ha replanteado la necesidad de que tiene que haber una revolución democrática. Y que ignorar que lo que se plantea en los países adelantados donde hay regímenes contrarrevolucionarios también es una revolución democrática, es maximalismo, es tan grave como ignorar la revolución democrático-burguesa en los países atrasados. Esto es muy importante. No sé si es correcto o no. Si es correcto, hay que cambiar toda la formulación de las Tesis de la revolución permanente. […] Si es correcto, cambia toda nuestra estrategia con respecto a los partidos oportunistas, y en buena medida respecto a los partidos burgueses que se oponen al régimen contrarrevolucionario. Como un paso hacia la revolución socialista, nosotros estamos a favor de que venga un régimen burgués totalmente distinto [al régimen contrarrevolucionario].”
— Escuela de Cuadros, 1984.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/1980s/1984esc/index.htm
“Lo que Trotsky no planteó, pese a que hizo el paralelo entre el stalinismo y el fascismo, fue que también en los países capitalistas era necesario hacer una revolución en el régimen político: destruir al fascismo para reconquistar las libertades de la democracia burguesa, aunque fuera en el terreno de los regímenes políticos de la burguesía, del estado burgués. Concretamente, no planteó que era necesaria una revolución democrática que liquidara al régimen totalitario fascista, como parte o primer paso del proceso hacia la revolución socialista, y dejó pendiente este grave problema teórico.”
— Revoluciones del Siglo XX, 1984.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/rsxx/index.htm
“Nuestros partidos tienen que reconocer la existencia de una situación revolucionaria pre-febrero para sacar consignas democráticas adecuadas a la existencia de direcciones pequeñoburguesas que controlan el movimiento de masas y a la necesidad de establecer una unidad de acción lo más pronto posible para hacer la revolución de febrero. Debemos comprender que es inevitable hacerla y no tratar de saltarnos esa etapa […]”.
— Actualización del Programa de Transición, 1980.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/actual/index.htm
Leon Trotsky
“Sean las que fueren las primeras etapas episódicas de la revolución en los distintos países, la realización de la alianza revolucionaria del proletariado con las masas campesinas sólo es concebible bajo la dirección política de la vanguardia proletaria organizada en Partido Comunista. Esto significa, a su vez, que la revolución democrática sólo puede triunfar por medio de la dictadura del proletariado, apoyada en la alianza con los campesinos y encaminada en primer término a realizar objetivos de la revolución democrática. […] La teoría de Stalin-Bujarin no sólo opone mecánicamente, contra toda la experiencia de las revoluciones rasas, la revolución democrática a la socialista, sino que divorcia, la revolución nacional de la internacional.”
— La revolución permanente, 1929.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/actual/index.htm
“Desde ya se puede afirmar con plena certeza: una vez que haya alumbrado el gran día, el movimiento revolucionario en los países fascistas tomará de golpe una extensión grandiosa y no se detendrá para resucitar cadáveres como el de Weimar. Es sobre este punto que comienza la divergencia irreductible entre la IV Internacional y los viejos partidos que sobreviven físicamente a su bancarrota. […] Esto no significa que la IV Internacional rechace las consignas democráticas. Al contrario, y en todas partes bajo su propia bandera, propone abiertamente su programa al proletariado de los países fascistas. Desde ahora los obreros avanzados del mundo entero están firmemente convencidos que el derrumbamiento de Mussolini y de Hitler y de sus agentes e imitadores, se producirá bajo la dirección de la IV Internacional.”
— Programa de Transición, 1938.
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1938/prog-trans.htm
“¿Significa esto que Italia no puede convertirse nuevamente, durante un tiempo, en un Estado parlamentario o en una ‘república democrática’? Considero -y creo que en esto coincidimos plenamente- que esa eventualidad no está excluida. Pero no será el fruto de una revolución burguesa sino el aborto de una revolución proletaria insuficientemente madura y prematura. Si estalla una profunda crisis revolucionaria y se dan batallas de masas en el curso de las cuales la vanguardia proletaria no tome el poder, posiblemente la burguesía restaure su dominio sobre bases ‘democráticas’.”
— Problemas de la revolución italiana, 1930.
http://www.ceip.org.ar/Problemas-de-la-Revolucion-Italiana-780
FRENTE ÚNICO x “FRENTE ÚNICO REVOLUCIONARIO”
Moreno
“La crisis de los aparatos tradicionales condiciona y posibilita la superación de la crisis de dirección del movimiento obrero. […] La crisis de los aparatos libera tendencias revolucionarias inconscientes, centristas de izquierda o ultraizquierdistas, y con todas sus limitaciones y errores llevarán al movimiento de masas posiciones revolucionarias […]. Llamamos a estas tendencias ‘inconscientemente revolucionarias‘ porque no se han elevado a la comprensión de la necesidad de nuestro programa y organización mundial, pero su surgimiento tiene un profundo significado objetivo: es el comienzo de una nueva dirección revolucionaria del movimiento de masas, porque muestran los primeros pasos objetivos de la vanguardia obrera o del movimiento de izquierda orientados a darse a sí mismos y darle a las masas una política revolucionaria. Nuestro movimiento trotskista es el factor conscientemente revolucionario que tiene que comprender estos primeros pasos y, en lugar de asustarse ante ellos, debe desarrollarlos y acelerarlos. […]
“Es una utopía pretender que las tendencias revolucionarias inconscientes que se dan y seguirán dando en el movimiento obrero y de las masas coloniales del mundo entero se incorporen inmediata o automáticamente a la Cuarta Internacional, dada la debilidad que heredamos del pasado. […] Por eso, nuestra tarea en cada país debe ser precisar el carácter de la crisis de las superestructuras del movimiento obrero, y establecer cuáles son las necesidades programáticas revolucionarias urgentes del movimiento obrero y su vanguardia, para lanzar las consignas revolucionarias que nos permitan impulsar a una acción conjunta de las tendencias revolucionarias inconscientes en el movimiento de masas, para elevar la acción revolucionaria de éstas. A esta tarea la denominamos Frente Único Revolucionario […]. Lo importante es comprender que el Frente Único Revolucionario significa toda una nueva estrategia general que se sintetiza en la necesidad de que nuestras organizaciones trotsquistas nacionales asuman la tarea obligatoria de organizar la acción común de las tendencias revolucionarias que surgen de la crisis de los aparatos en el movimiento de masas, para postular con redobladas fuerzas el derecho y la necesidad de que haya una dirección revolucionaria del movimiento de masas, y para ayudar a que estas tendencias en verdad se eleven a actuar como una dirección revolucionaria.”
― Tesis Sobre el Frente Único Revolucionario (Tesis de Leeds), 1958.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/1958fu.htm
Trotsky
“En todo caso, la política de frente único no puede constituir el programa de un partido revolucionario. Y, sin embargo, a esto es a lo que se reduce hoy en dila toda la actividad del SAP. La política de frente único es trasladada así al interior del partido, es decir, sirve para amortiguar las contradicciones entre las diferentes tendencias. Ésa es en gran medida la función principal del centrismo. […]
“El frente único es la unidad de las masas comunistas y socialdemócratas, y no un mercado entre grupos políticos sin ninguna base de masas. Se nos dirá: el bloque Rosenfeld/Brandler/Urbahns no es más que un bloque para la propaganda en favor del frente único. Pero es precisamente en el dominio de la propaganda donde resulta inadmisible un bloque semejante. La propaganda debe apoyarse sobre unos principios claros, sobre un programa preciso. Marchar separados, golpear juntos. El bloque no se ha creado más que para acciones prácticas de masas. Las transacciones en la cumbre sin una base de principios no conducen a nada, salvo a la confusión.”
― ¿Y ahora? – Problemas vitales del proletariado alemán, 1932.
http://www.marxistsfr.org/espanol/trotsky/1932/enero/25.htm
“No confundir las tareas reales del frente único con la tarea histórica fundamental: la creación de nuevos partidos y una nueva Internacional […] Un centrista jura sin demora ante la política de frente único, vaciándola de su contenido revolucionario y transformándola de una método táctico, el principio supremo.”
― Dos artículos sobre el centrismo, 1934.
https://www.marxists.org/archive/trotsky/1934/02/centrism.htm
“FRENTES POPULARES” DE COLABORACIÓN CON LA BURGUESÍA
Moreno
“Nosotros sostuvimos que, cuando se nos obligó a votar por Seregni y otros candidatos burgueses para poder permanecer en el Frente Amplio, debimos habernos retirado, haciendo un escándalo soberano. Creemos que haber entrado al Frente Amplio fue un acierto porque nos facilitaba el trabajo sobre el movimiento de masas. El error de los camaradas uruguayos no fue haber entrado, sino no haber salido a tiempo, apenas la dirección burguesa intentó imponernos su disciplina.
“Pero decimos que fue un grave error, y no una traición […]. Lo que sí es una traición es apoyar electoralmente a un frente popular o a un movimiento nacionalista burgués sin denunciar que su existencia es una traición al movimiento obrero. Es decir, el voto en sí es para nosotros un problema táctico y no principista; lo que es principista es la política, y ésta debe ser de denuncia implacable de todo frente popular o nacionalista donde esté la clase obrera, como una traición de los partidos obreros reformistas que los promueven.”
― Un Documento Escandaloso (en respuesta a “En defensa del Leninismo, en defensa de la Cuarta Internacional” de Ernest Germain), 1973.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/obras/escandaloso/index.htTm
Trotsky
“En la actualidad, el problema de problemas es el Frente Popular. Los centristas de izquierda tratan de presentarlo como si se tratara de una maniobra táctica o inclusive técnica, para ofrendar su mercadería a la sombra del Frente Popular. En realidad el Frente Popular es el problema principal de la estrategia de clase proletaria en esta etapa. Es a la vez el mejor criterio para trazar la diferencia entre el bolchevismo y el menchevismo.”
― La sección holandesa y la Internacional, 1936.
http://www.ceipleontrotsky.org/La-seccion-holandesa-y-la-Internacional
“La política del Frente Popular, como lo desmostaran los ejemplos de España, Francia y otros países, es subordinar el proletariado a la izquierda de la burguesía. Sin embargo, toda la burguesía de los países capitalistas, la derecha y la ‘izquierda’, está impregnada de chovinismo y de imperialismo. El ‘Frente Popular’ sirve para convertir a los trabajadores en carne de cañón para su burguesía imperialista. Y nada más.”
― Entrevista a Mateo Fossa, 1938.
https://www.marxists.org/portugues/trotsky/1938/09/23.htm
“La Cuarta Internacional goza ya desde ahora del justo odio de los stalinistas, de los social-demócratas, de las liberales burgueses y de los fascistas. No tiene ni puede tener lugar alguno en ningún frente popular. Combate irreductiblemente a todos los grupos políticos ligados a la burguesía. Su misión consiste en aniquilar la dominación del capital, su objetivo es el socialismo. Su método, la revolución proletaria. […]”
— Programa de Transición, 1938.
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1938/prog-trans.htm
REVOLUCIÓN POLÍTICA EN LOS ESTADOS OBREROS BUROCRÁTICOS
Moreno
“El retroceso que han originado en todos los estados obreros burocratizados la burocracia y la aristocracia obrera para mantenerse en el poder y aumentar sus privilegios instaurando un régimen totalitario, más la inmadurez de la dirección del proletariado debido a este régimen totalitario, indican que la revolución política tendrá que pasar (aparentemente) por dos etapas revolucionarias que grosso modo serán semejantes a la revolución de febrero y a la de octubre. Es lo que hasta aquí indica la experiencia. Si tomamos en cuenta Hungría y Checoslovaquia, vemos que la revolución política comienza como un movimiento obrero y popular por la conquista de la democracia en general, uniendo a todos los sectores disconformes. Va a ser un movimiento obrero y popular por la democracia: todos unidos contra el gobierno bonapartista y totalitario de la burocracia. Surgirán por eso corrientes pequeñoburguesas que tendrán poca claridad sobre si corresponde o no colaborar con el imperialismo en su afán de voltear a la burocracia totalitaria. Lo que caracterizará a esta primera revolución de febrero antiburocrática será que a su frente no tendrá un partido trotskista, pares no habrá tenido tiempo de madurar y de formarse. […] Creemos que comenzará con esta primera revolución de febrero, la que dará paso a la democracia en general […].”
— Actualización del Programa de Transición, 1980.
https://www.marxists.org/espanol/moreno/actual/index.htm
“Lo importante es el punto de referencia por el cual pasa la revolución socialista. Hoy, en Polonia —y así será al comienzo de toda revolución política— el punto de referencia del movimiento de masas, y también el nuestro, es el poder del Estado burocrático. Exagerando un poco, podemos decir que todo lo que va contra ese Estado es positivo. En este momento, en todos los Estados obreros, el enemigo principal de los trabajadores es ese poder y esa casta burocrática. Del carácter totalitario del régimen se desprende, en principio, el carácter democrático de la mayor parte de las tareas planteadas. Abajo el régimen burocrático. Viva la democracia. Esas son las dos grandes consignas, planteadas no por nosotros sino por la realidad. Lo que hacemos nosotros, es sacar la conclusión de esta movilización, levantando la consigna político institucional adecuada: Asamblea Constituyente es la única síntesis positiva de abajo el régimen totalitario y Viva la democracia.”
― Memorándum sobre las tareas presentes de la revolución política en Polonia, 1980.
http://www.nahuelmoreno.org/pdf/revpol.pdf
Trotsky
“El nuevo auge de la revolución en la U.R.S.S. comenzará sin ninguna duda, bajo la bandera de la lucha contra la desigualdad social y la opresión política. ¡Abajo los privilegios de la burocracia! ¡Abajo el stajanovismo! ¡Abajo la aristocracia soviética con sus grados y decoraciones! ¡Más igualdad en el salario de todas las formas de trabajo! La lucha por la libertad de los sindicatos y los comités de fábrica, por la libertad de reunión y de prensa, se desarrollará en lucha por el renacimiento y regeneración de la DEMOCRACIA SOVIETICA. La burocracia ha reemplazado a los soviets, en sus funciones de órgano de clase, por la ficción del sufragio universal, al estilo de Hitler-Goebbels. Es necesario devolver a los soviets no solamente su libre forma, democrática, sino también su contenido de clase. De la misma manera que antes la burguesía y los Kulaks no eran admitidos en los soviets, ahora la burocracia y la nueva aristocracia deben ser arrojada de los soviets. En los soviets no hay lugar más que para los obreros, para los miembros de base de los Koljoses, los campesinos y los soldados rojos. La democratización de los soviets es inconcebible sin la legalización de los partidos soviéticos. Los obreros y los campesinos, por sí mismos y por su libre sufragio decidirán qué partidos serán considerados como partidos soviéticos. ¡Revisión completa de la economía planificada en interés de los productores y consumidores! Se debe devolver el derecho de control de la producción a los Comités de fábrica. La cooperativa de consumos, democráticamente organizada, debe controlar la calidad de los productos y sus precios.”
— Programa de Transición, 1938.
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1938/prog-trans.htm
“Tareas democráticas enlazadas con tareas socialistas — El derecho a la autodeterminación nacional es, por supuesto, un principio democrático, no un principio socialista. Pero en nuestra era el único que apoya y aplica los principios genuinamente democráticos es el proletariado revolucionario […] Los nacionalistas ucranianos consideran correcta la consigna de una Ucrania independiente. Pero se oponen a relacionar esta consigna con la revolución proletaria. Quieren una Ucrania independiente democrática y no soviética. […]
“La actual Ucrania soviética constituye el sector principal de la nación ucraniana. El desarrollo industrial creó allí un poderoso proletariado netamente ucraniano. Es el destinado a ser el dirigente del pueblo ucraniano en sus luchas futuras. El proletariado ucraniano desea liberarse de las garras de la burocracia. La consigna de una Ucrania democrática es históricamente tardía. Para lo único que sirve es, tal vez, para consolar a los intelectuales burgueses. No unificará a las masas. Y sin las masas son imposibles la emancipación y unificación de Ucrania.”
— La independencia de Ucrania y el confusionismo sectario, 1939.
http://www.ceip.org.ar/La-independencia-de-Ucrania-y-el-confusionismo-sectario
Mira también:
Polémica con la LIT-CI sobre Palestina:
Internacionalismo proletario o adaptación al nacionalismo burgués?
Enero de 2015
¿Movimiento dirigido por la oposición burguesa o “revolución democrática”?
El morenismo y la posición de la UIT-CI en Siria
Octubre de 2012
Arquivo Histórico: Polémicas con el morenismo (años 1970-80)