Carta a [Edmund] Samarakkody, 27 de octubre de 1973, traducida del International Discussion Bulletin [de la tendencia Espartaquista internacional] No. 3, mayo de 1974. Esta versión fue impresa en Spartacist en español No. 08, agosto de 1980.
“[Refiriéndonos a] ese sector del movimiento trotskista ceilanés… que se opuso a la trayectoria [del LSSP] hacia la traición de 1964, que se escindió debido a ella y que, a diferencia de todos los demás escisionistas, realmente trató superar al ‘viejo’, ‘bueno’ LSSP ― ¿hasta qué punto lo ha hecho en la realidad? Está claro que el RWP lo ha hecho hasta cierto punto, pero se trata de una cuestión cualitativa que depende a la vez de un programa formal claro y la práctica cotidiana….
“… Parecería que la cuestión de la minoría tamil en Ceilán tiene una importancia triple. Primero, en las plantaciones que producen para el mercado mundial, los jornaleros tamiles, derivados de inmigrantes, son los principales productores de valor y, por este solo hecho, centrales a una perspectiva revolucionaria proletaria…. Segundo, la lucha de la vanguardia leninista contra el chauvinismo cingalés de las masas trabajadoras de la mayoría étnica dominante es tanto un requisito para una revolución victoriosa como lo fue para los Bolcheviques la lucha contra el chauvinismo ‘gran ruso’. Tercero, con el propósito de extender la revolución, al menos la población trabajadora del sur de India bien puede considerar el tratamiento de los tamiles derivados de la India como prueba clave de la autenticidad de las intenciones revolucionarias ceilanesas.
“Pero después de la reunificación de 1950 del LSSP, no hemos visto virtualmente ningún reconocimiento de estos elementos…. En su lugar notamos como la alternativa realizada por el LSSP, sucesivamente: un horizonte nacional, un enfoque parlamentario, la conciliación con el chauvinismo comunalista cingalés ‘antiimperialista’, la colaboración de clases, la traición abierta, la complicidad en una carnicería contrarrevolucionaria. Para los revolucionarios, una política principista de lucha de clases en el terreno nacional sería una contradicción intolerable en la ausencia de una política internacionalista proseguida con vigor y que se refleja dentro del país en la cuestión del proletariado tamil de las plantaciones y en la lucha contra el chauvinismo cingalés, que constituye necesariamente la fuente principal del comunalismo…
“… El haberse dirigido al Sri Lanka Freedom Party en noviembre de 1951 para concretar un pacto de no agresión en base al radicalismo verbal de este partido, ya era, desde el punto de vista de la revolución permanente y la perspectiva concreta de una revolución proletaria en la isla, un crimen. La agitación más importante del SLFP fue, desde luego, en favor de ‘sólo cingalés’. Desde el punto de vista de los trabajadores tamiles de las plantaciones es imposible ver al SLFP como la suerte de ‘mal menor’ con el cual los revolucionarios firmarían pactos de no agresión.
“Debemos decir algo sobre el levantamiento de la juventud cingalesa en abril de 1971 organizado por el JVP…. El que un tal levantamiento, que por lo visto fue preparado en forma conspiratoria durante algún tiempo, haya podido producirse como una brusca sorpresa para todos los sectores de la vida política reconocida en Ceilán, parece acusar tanto el carácter artificial y socialmente apartado del ambiente parlamentario así como la concentración puesta en él por todos los elementos políticos anteriormente reconocidos.”